A través del programa innovador de E.C.O, estamos desarrollando un proyecto de lingüística aplicada cuyo propósito es dar respuesta a la pregunta que muchos docentes se hacen ante el reto que supone un niño con trastornos del lenguaje como lo son la dislexia, la disgrafía, la dislalia y otros:"¿Qué hacemos contigo?". Nos gustaría, desde una perspectiva biolingüística, contaros qué causa esos trastornos, cómo afectan al niño que los tiene y qué métodos pedagógicos se deben usar con ellos para alentarlos y no permitir que caigan en el fracaso escolar.

jueves, 15 de noviembre de 2018

UNA NUEVA PERSPECTIVA: Biolingüística


   Os estaréis preguntando qué hace la cara de un chimpancé en primera plana dentro de un blog que presume ser de lingüística aplicada. Pues bien, esta ha sido la forma más ocurrente que se me ha venido a la cabeza para llamar vuestra atención. Pero, más allá de lo que pueda parecer, el rostro de este primate, sí tiene que ver con el tema que se va a tratar en los siguientes párrafos.

   Resulta que los científicos, a la hora de estudiar la evolución humana, han centrado desde siempre sus estudios en los simios que presentan las capacidades más asombrosas, algunas de ellas, muy parecidas a ciertas características humanas. Siguiendo las investigaciones de este tipo se ha descubierto que un chimpancé puede, en efecto, desarrollar la lengua de signos, tener capacidad simbólica, utilizar herramientas y demostrar memoria matemática. Y, sin embargo, es curioso: no pueden hablar. En palabras del científico W. Tecumseh Fitch: “"El aparato fonador de los monos estaría perfectamente adecuado para producir cientos, miles de palabras”. Puesto de otra manera, el sistema fónico del amigo que tenemos en la foto está preparado para el habla, pero no existen las conexiones cerebrales necesarias en él para que tal hazaña se lleve a cabo. Así que al parecer, hablar es una habilidad especial y específicamente humana, lo cual nos lleva hacernos preguntas: ¿Por qué esta capacidad solo parece ser un rasgo humano? ¿Por qué hemos desarrollado nosotros esta habilidad? ¿Cómo funciona el lenguaje? ¿Cuál es su origen o qué lo permite? Cuestiones, todas ellas, que han hecho que tengamos que volver al principio: el cerebro, e incluso más allá, la información genética.

   De manera que, la biolingüística resulta ser el estudio biológico y evolucionista del lenguaje, resultante del deseo de contestar a estas preguntas que siempre han estado ahí, pero en vez de hacerlo desde un enfoque puramente lingüístico, abriendo el marco de trabajo y convirtiéndolo en un espacio altamente interdisciplinar que incluye ciencias como la lingüística, la neurociencia, la psicología, la biología y otras tantas. El fin, como ya hemos dicho, es poder entender los fundamentos del lenguaje desde una perspectiva que nos permita realmente obtener una respuesta sólida, basada en todos los aspectos que conforman el lenguaje humano.

   La biolingüística como ciencia comenzó a coger forma a partir de la mitad del siglo XX, un siglo en el que el estudio lingüístico se vio fuertemente influenciado por el masivo desarrollo de las ciencias como lo fueron la biología y las matemáticas. Fue en 1974 cuando la primera conferencia de biolingüística tuvo lugar, organizada por Massimo Piattelli-Palmarini. Este se atrevió a reunir en un único lugar a biólogos evolucionistas, neurocientíficos, lingüistas y otros profesionales interesados en entender el desarrollo del lenguaje en los individuos, tanto su origen como su evolución.

   Un trabajo reciente dentro de la teoría lingüística y el estudio cognitivo realizado en el MIT (Massachusetts Institute of Technology) ha identificado el lenguaje humano como un sistema no redundante y específico de nuestra especie. La última aportación de Noam Chomsky al estudio de la mente en general y el del lenguaje en particular, ha sido su acercamiento minimalista a las representaciones sintácticas, importante en su momento, pero que está siendo superado por los nuevos avances. Sin embargo, el esfuerzo que comenzó con Chomsky por entender qué porción del lenguaje puede ser explicado a través de principios, ha dado como resultado el llamado “Minimalist Program”. En la sintaxis, los términos léxico se cambian externamente, construyendo una representación con significado. Después, la combinación interna que se da, induciendo a un movimiento en el que se crean estructuras constitutivas en las que unas forman parte de otras mayores. Este mecanismo permite a las persona combinar palabras creando un número infinito de diferentes mensajes. Si esto es cierto, lo que busca la biolingüística es encontrar todo lo posible sobre los principios que se encuentran por debajo de esta capacidad mental humana de introducir unas estructuras en otras o construir con un numero limitado de elementos, infinitos mensajes.

   Lo más posible es que los principales principios de la facultad del lenguaje se encuentran ligados a leyes naturales, como lo es, por ejemplo, la secuencia de Fibonacci (una serie de números en la que el siguiente es la suma de los dos anteriores: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, etc). De acuerdo con la hipótesis desarrollada en torno a esta secuencia numérica, las propiedades esenciales del lenguaje se levantan a partir de bases naturales: el crecimiento eficiente del que la fórmula citada es reflejo está en todas partes: desde los petaos de las flores, la sujeción de las hojas a los árboles o las espirales de las conchas del mar, hasta la estructura del ADN o las proporciones del cuerpo y la cabeza del ser humano. Si esta ley se aplica a los sistemas cognitivos existentes, tanto humanos como no humanos, entonces ¿qué es lo que permite a nuestras mentes crear el lenguaje? ¿Podría ser que existe un solo ciclo, un único componente que nos permite a los humanos formar frases con sentido referidas a nosotros mismos y a otros, agrupando objetos y estableciendo relaciones entre ellos? La respuesta a esta pregunta será una marca definitiva, un antes y un después, no solo en lingüística, sino que también en nuestro entendimiento de las capacidades cognitivas en general.

   Como vemos, la biolingüística es un área muy abierta y joven, por así decirlo, en la que el campo de investigación está muy inexplorado todavía, pero que ya empieza a dar sus frutos. Por ejemplo, los conocimientos que aporta esta disciplina resultan ser de gran valor al trabajar con personas que presentan alteraciones cromosómicas poco frecuentes, con las que no hay protocolos pedagógicos a seguir para intervenir y mejorar sus capacidades lingüísticas.

 A lo largo del blog, iremos subiendo enlaces, vídeos y artículos relacionados con la biolingüística. ¡Bienvenidos!

3 comentarios:

  1. Acabo de escribir tanto, como nada escrito en la vida.

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  2. Si tanto escribo, como no digo nada, ¿de que o a quien le sirve, o interesa? Gracias
    Bautista.erveza@gmail.com

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  3. Si tanto escribo, como no digo nada, ¿de que o a quien le sirve, o interesa? Gracias
    Bautista.erveza@gmail.com

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